lunes, 15 de abril de 2013

Te quiero.

Tan simple como eso. Te quiero.
Te quiero a mi lado en estas noches frías.
Te quiero a mi lado mientras camino en mis calles vacías.
Te quiero, como no puedo querer a otra persona.
Te quiero, te quiero tanto que me agobia.
Te quiero y no sé más que eso.
Me preguntan qué siento y yo sólo sé que le quiero, con el alma, de bien adentro, desde lo más profundo. Pero no sé más.
Y me agobia porque el tiempo apura, el tiempo se acaba.
Y no sé, porque no sé que hacer.
Y te quiero, porque eres todo lo que quiero.
Y sólo eso. Te quiero y el pecho en cualquier momento explotará. Porque, otra vez, no tengo respuestas.
Y busco en tus ojos y en tus palabras, pero no puedo encontrar nada.
Me desespera.
Me pides que sea consecuente y te despides de mi de beso. Cómo ser consecuente así...
Consecuente, consecuente, consecuente. Soy consecuente, te quiero. Y eso es todo lo que sé hacer: Quererte.
Y tal vez no hay nada más egoísta que quererte así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario